PUERTA DE LA CASA DEL MAESTRO FUNDIDOR ALEJANDRO MARSET, DE 1904
Esta rama de los Marset emigró a Barcelona para establecer allí sus propias fundiciones, y actualmente se dedican al diseño de lámparas; sus productos están firmados por reconocidos diseñadores nacionales e internacionales; en 2015, Marset recibió el Premio Nacional de Diseño, el galardón más importante que se otorga en España como reconocimiento a empresas y profesionales que han destacado por su trayectoria excelente y ejemplar en el campo del diseño.
Nuestro socio Raúl Sánchez donó, el pasado 22 de mayo, un objeto singular al Museo de las Reales Fábricas de Riópar. Se trata de la puerta de calle de la casa que perteneció a Alejandro Marset, maestro fundidor al igual que sus antepasados (y descendientes). De madera maciza, con dos aldabas o llamadores en forma de mano y un par de tiradores fabricados en San Juan de Alcaraz, es una puerta tipo de las muchas que hubo en su día en Riópar, hoy ya desaparecidas. Los modelos son del siglo XIX.
Raúl (o Raoul) es vecino de Lyon, donde emigraron sus riopeños padres antes de su nacimiento y donde ha trabajado siempre como delineante de automoción; desde hace unos años es socio de la AARFR, consciente del valor del patrimonio industrial de Riópar... ahora vende su casa, que reformó, y nos dona la puerta original. ¡¡Gracias amigo!!
Raúl (o Raoul) es vecino de Lyon, donde emigraron sus riopeños padres antes de su nacimiento y donde ha trabajado siempre como delineante de automoción; desde hace unos años es socio de la AARFR, consciente del valor del patrimonio industrial de Riópar... ahora vende su casa, que reformó, y nos dona la puerta original. ¡¡Gracias amigo!!
Raúl y Fran depositando la puerta (¡muy pesada!). (en la foto no salen Javi, Rocío, Mayte, Marta y Cristina, también echando una mano..). |
La casa, sita en la calle Huertas, aún conserva en el patio interior una pequeña fuente con el nombre grabado de Alejandro Marset, y la fecha de su construcción.
La puerta pasa a formar parte de las colecciones del museo, a espera de ser restaurada y montada para su exposición. De momento queda en el vestíbulo de la entrada del museo, para quien quiera verla antes de su restauración.
La puerta pasa a formar parte de las colecciones del museo, a espera de ser restaurada y montada para su exposición. De momento queda en el vestíbulo de la entrada del museo, para quien quiera verla antes de su restauración.
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